El Parque

Los característicos bosques de pino carrasco del parque natural Montes de Málaga hacen la labor de manto protector de los suelos. Sin su presencia, las lluvias podrían provocar grandes avenidas e inundaciones. Así ocurría una y otra vez desde el siglo XV hasta hace menos de un siglo, como consecuencia de la tala de los antiguos bosques para cultivar vides, olivos y almendros.

Este parque es de fácil acceso y cercanía a las poblaciones costeras y serranas que lo rodean. Es considerado como pulmón verde de las zonas colindantes, cuyos visitantes encuentran en sus áreas recreativas un perfecto lugar de esparcimiento. Otros prefieren realizar actividades relacionadas con la educación ambiental en el aula de la naturaleza Las Contadoras.

El espacio invita además a disfrutar del senderismo. En época de lluvias, por ejemplo, pueden contemplarse bellos saltos de aguas como el de Picapedreros. A través de senderos, como el de Torrijos, el visitante descubre, junto al frescor del arroyo y su bosque galería, restos de cultivos y construcciones que evidencian el pasado vinícola de estas tierras. Los cultivos de vid hicieron nacer los magníficos vinos dulces, semi-dulces o secos que, como consecuencia de sucesivas plagas, se fueron perdiendo. Algunas de estas construcciones tradicionales reunían, en la misma edificación, la vivienda, el lagar donde se pisaba la uva, molinos de aceite y hornos de pan. El Lagar de Torrijos es una muestra de esta arquitectura y en él actualmente se encuentra el ecomuseo del mismo nombre, donde el visitante conocerá más en profundidad estos oficios.

Por otro lado, itinerarios como el de Pocopan permiten disfrutar de la vegetación del lugar, compuesta principalmente por pinares de repoblación. Con suerte, puede sorprenderle al paso alguna ardilla, pero más atención deberá prestarse para descubrir al sigiloso y camuflado camaleón. En su recorrido, masas arbóreas compuestas por encinas, quejigos y alcornoques van, poco a poco, ganando terreno al pinar.

El atractivo de este parque natural también está en las bellas panorámicas que ofrece de la capital de la Costa del Sol, e incluso, de otras sierras de la provincia. Un buen lugar para observarlas es el mirador del Cochino, donde con la ayuda de unos prismáticos, puede avistarse el elegante vuelo de rapaces como águilas calzadas o culebreras.

Al finalizar la jornada puede degustarse el afamado vino de los montes en las ventas de la zona o también en época de Verdiales. Con este nombre se conocen unos bailes típicos de gran tradición y colorido, que se danzan en la festividad de San Juan, Santiago y el 28 de diciembre.

Otras paradas recomendables y asociadas al parque son las localidades de Colmenar y Casabermeja, donde se puede disfrutar de su arquitectura mediterránea y admirar sus monumentos, entre los que destaca por su singularidad el cementerio de Casabermeja, declarado Monumento Histórico Artístico y construido según la arquitectura popular.

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